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jueves, 26 de enero de 2012

Un arzobispo denuncia al Papa por corrupción en el Vaticano


Publicado en http://www.larepublica.es/

El arzobispo Carlo María Viganó, actual embajador de la Santa Sede en Estados Unidos (EE.UU.) y exsecretario general del Governatorato de la Ciudad del Vaticano, denunció este miércoles al Papa Benedicto XVI por “corrupción y mala gestión” en la administración de la institución religiosa.

La denuncia fue publicada en la prensa italiana, cuyos diarios Corriere della Sera y Libero Quotidiano difundieron extractos de una carta escrita por Viganó en la que expresó que se lamentaba por “las corruptelas y privilegios” que había visto tras asumir el cargo de secretario general del Governatorato en julio de 2009.

“Jamás habría pensado encontrarme ante una situación tan desastrosa”, que pese a ser “inimaginable era conocida por toda la Curia”, expresó el pontífice en su misiva.

Puntualmente, el Arzobispo denunció que en el Vaticano “trabajan siempre las mismas empresas”, con pagos que duplican los del mercado y agregó que además “no existe transparencia alguna en la gestión de las contratas de construcción y de ingeniería”.

También denunció, entre otras, que la Fábrica de San Pedro, que se encarga del mantenimiento de los edificios vaticanos, presentó “una cuenta astronómica”, de 550 mil euros (715 mil dólares), por la construcción del tradicional portal de Belén que se colocó en la plaza de San Pedro en 2009.

Además, dijo que los banqueros que integran el llamado “Comité de finanzas y gestión” se preocupan más de sus intereses “que de los nuestros” y que en diciembre de 2009 en una operación financiera “quemaron (perdieron) 2,5 millones de dólares”.

Con estas evidencias, Viganó terminó diciendo que durante su gestión logró que el Vaticano pasara de ocho millones y medio de perdidas en 2009 a un beneficio de 34,4 millones en 2010.
No obstante, el Arzobispo indicó que con su política de rigor se ganó muchos enemigos y que por ello fue sacado del Governatorato y enviado como Nuncio (embajador) a EE.UU., cargo interpretado como un castigo para el prelado.

“Mi traslado (a Estados Unidos) servirá para desanimar a aquellos que creyeron que sería posible limpiar numerosos casos de corrupción y de malversación en la gestión de diferentes direcciones” del Vaticano, indicó.

Según el diario Corriere della Sera, Viga se sentía amenazado por maniobras hostiles en el seno del Vaticano, por lo que decidió dirigirse directamente a Benedicto XVI, un Papa supuestamente considerado “preocupado” por la transparencia en las finanzas.

La prensa italiana estima que estas denuncias (que aunque fueron publicadas este miércoles datan de más de 10 meses atrás) fueron las que le costaron a Viganó no ser promovido a cardenal, como le correspondía.

jueves, 19 de enero de 2012

Los derechos de las mitras




Publicado por Rafael Fernando Navarro (http://marpalabra.blogspot.com/)

Exigir los propios derechos mientras se les niegan a los demás los suyos es una desfachatez sin nombre. Sólo se puede pedir aquello que estamos dispuestos a reconocer para los demás, no por generosidad sobrevenida sino por exigencia vital.

Para el Papa Benedicto XVI el matrimonio homosexual pone en peligro el futuro de la humanidad. Para el Obispo de Córdoba la vida actual es una catapulta de incitaciones a la fornicación y todos estamos inscrito en ese disparadero sin escapatoria posible. El sexo es una obsesión episcopal que revela –como he escrito en otros artículos- que los Obispos tienen el sexo entre los parietales. El ser humano cabalga sobre su sexo sin posibilidad alguna de terminar su carrera si no se apea de él. Este reduccionismo de lo humano a puro sexo es de una pobreza intelectual tal que no merece el más mínimo respeto y ni siquiera tener en cuenta opiniones tan ridículas como las expuestas por estos dos representantes de la Iglesia Católica.

Una Iglesia acostumbrada históricamente a incestos sacrílegos con dictadores, poderosos, ocultadores de pederastas, farisaicamente comprometida con los ricos, defensora de inquisiciones y perseguidores, reclamando ingentes cantidades de dinero mientras hay familias que pasan hambre y se quedan sin techo, no es una Iglesia que tenga derecho a hablar contra matrimonios homosexuales o fornicaciones. A no ser que estas materias sean el muro que pretenda ocultar las miserias que están al otro lado de la jerarquía.

A la Iglesia española habría que advertirle aquello que se notifica a los detenidos: está en su derecho de guardar silencio porque todo lo que manifieste puede ser utilizado en su contra. Y la Iglesia, esposada a un pasado oscuro y plomizo, debería tener la suficiente humildad para oír la advertencia de un mundo que tiene valores que están por encima de advertencias que hasta científicamente están superadas.

Este país nuestro vive situación económica tremenda. Los empresarios utilizan la crisis como coartada para desnudar a la clase trabajadora de unos derechos adquiridos con muchos sudor, con muerte incluso. Miles y miles de españoles son arrojados de sus techos por una avaricia incalificable de los bancos amparados por leyes incomprensibles, miles de españoles tienen que acudir a comedores sociales porque el hambre se acerca a las cartillas de racionamiento, cinco millones de parados constituyen un INEM gigantesco, tenemos que organizar nuestros infartos para que alguien pueda atendernos en horario destinado a cardiopatías, nuestros hijos están sin calefacción y papel higiénico en los colegios, los corruptos son indultados, los últimos vestigios (¿los últimos?) del franquismos son encumbrados a los altares de la historia… Y ante este panorama la Iglesia vive angustiada por el amor homosexual y la fornicación, negándole la comunión a un divorciado, pero ofreciéndosela sin escrúpulo alguno a un Pinochet de tantos como hay en todos los órdenes de la vida.

Los Obispos se manifiestan contra un Parlamento legítimo al que le niegan su derecho a legislar mientras exigen millones de euros en virtud de un Concordato que debería estar denunciado hace tiempo. La Iglesia no tiene derecho a negar el amor a quienes han decidido emprender la aventura de la vida incomprendida por la Jerarquía. Y por otra parte resulta una fornicación indecente los amoríos concubinos con el capital, con la falta de projimidad con los problemas de los más abandonados por la sociedad, con la mujer maltratada por parte de lobos feroces y de la visión de la Iglesia, con el sida como maldición divina, con una economía que por lo visto es fruto de la falta de oración…

A los que dicen que la Iglesia no hace más que defender lo que siempre ha defendido habría que preguntarle en que se basa pasa esta obstinación seudo intelectual. Y que nadie invoque la fe con el derecho canónico. La fe es una entrega al Tú en el amor de quien se sitúa al lado fraternal de la esperanza en un mundo mejor y más habitable para todos.

La Iglesia debería preguntarse por su disponibilidad hacia los demás antes de exigir derechos y empeñarse en adoctrinamientos alejados de la realidad del hombre de hoy.

jueves, 12 de enero de 2012

El obispo de Córdoba, Demetrio Fernandez, pide que se huya de la fornicación, “a los que incitan los medios e incluso en algunas escuelas"

Ni por un momento dejan de "preocuparse por los escolares"

El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha recordado la carta en la que San Pablo insta a los Corintios a huir "de la fornicación" y afirma que dicha palabra "parece dirigida a nuestro tiempo, donde la incitación a la fornicación es continua en los medios de comunicación, en el cine, en la televisión, incluso hasta en algunas escuelas de Secundaria, dentro de los programas escolares".

A este respecto y en su carta semanal, recogida por Europa Press, Fernández señala que "el Evangelio de Jesucristo tiene repercusiones en todos los ámbitos de la persona, también en el campo de la sexualidad", ya que ésta, "vista con ojos limpios, es el lenguaje y la expresión del amor verdadero, de un amor que no busca sólo su interés y su satisfacción, sino que es donación, entrega. Un amor que busca la felicidad del otro y que está dispuesto al sacrificio y a la renuncia. Un amor que tiene su ámbito y su cauce en el matrimonio estable y bendecido por Dios".

"La castidad --prosigue la carta-- es la virtud que educa la sexualidad, haciéndola humana y sacándola de su más brutal animalidad. Cuando la sexualidad está bien encauzada, la persona vive en armonía consigo misma y en armonía con los demás, evitando toda provocación o violencia. La castidad viene protegida por el pudor".

En cambio, "cuando la sexualidad está desorganizada, es como una bomba de mano, que puede explotar en cualquier momento y herir al que la lleva consigo. Y esto sea dicho para todos los estados de vida: para la persona soltera, en la que no hay lugar para el ejercicio de la sexualidad, para la persona casada, que ha de saber administrar sus impulsos en aras del amor auténtico, para la persona consagrada, que vive su sexualidad sublimada en un amor más puro y oblativo".

En este contexto, el obispo alude a la reciente publicación de un libro, "en el que una candidata a Miss Venezuela explica su experiencia con un título que lo dice todo: 'Virgen a los 30'. Precisamente, no alcanzó el título al que se presentaba por no aceptar la propuesta de la fornicación, que al parecer era una condición (no escrita) del concurso. En ella se ha cumplido esta palabra de San Pablo, y el libro se ha convertido en 'bestseller' entre los jóvenes y las jóvenes de su entorno, de nuestro tiempo".

En consecuencia, "es posible llegar virgen al matrimonio, aunque el ambiente no sea favorable. Es posible vivir una consagración total, de alma y cuerpo, al Señor como una ofrenda al Señor que beneficia a los demás. Es posible ser fiel al propio marido, a la propia mujer. Más aún, a eso invita la Palabra de Dios en este domingo, huyendo de la fornicación. Y la Palabra de Dios tiene fuerza para que se cumpla en nuestras vidas", dado que, además, "la gracia de Dios es capaz de organizar nuestra sexualidad humana y hacerla progresivamente capaz de expresar el amor más auténtico, el único que hace feliz a toda persona humana".

sábado, 7 de enero de 2012

La Iglesia católica recibirá más millones en este año.


Los ministros del Opus Dei y Legionarios de Cristo del gobierno del PP los libran de los recortes y les aumenta “el cepillo” del Estado.


La Iglesia Católica, única institución que se queda fuera de las duras medidas de ajuste del Gobierno del PP. Recibirán los millones de euros que suman todas las subvenciones y asignaciones de dinero de las arcas del Estado que recibe y se librará de la subida del Impuesto de Bienes e Inmuebles (IBI) que no tiene que pagar.

Consecuencias de tener media docena de ministros del Opus Dei o Legionarios de Cristo: La Iglesia Católica se ha quedado fuera de las duras medidas de ajuste anunciadas por el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy para combatir el déficit público y recibirá hasta finales 2013 sus habituales 5.000 millones aproximados de euros que suman todas las subvenciones y asignaciones de dinero de las arcas del Estado que recibe.

Al igual que ocurría en la España nacional católica de Franco, a la institución se le dota de un “aguinaldo” extra de 13 millones de euros mensuales durante los dos próximos años (página 42 del archivo del BOE).

Además, la Iglesia Católica también se librará de la subida del Impuesto de Bienes e Inmuebles (IBI) anunciada por el Ejecutivo del PP, ya que su patrimonio no está sujeto a este gravamen. La Ley de las Haciendas Locales estipula que la Iglesia está exenta de pagar el IBI en virtud de los Acuerdos entre el Estado y la Santa Sede de 1979.

Mientras tanto, nuestros jóvenes científicos tienen que emigrar porque si hasta ahora morían de hambre con sus contratos de becarios, a partir de ahora que el gobierno que prometió no recortar ni subir impuestos ha recortado el gasto en I+D…

LA EXCUSA DE SU LABOR SOCIAL: UN NEGOCIO PARA LA IGLESIA QUE PAGAMOS TODOS

Para justificar la inyección de dinero de todos en las arcas de una confesión religiosa determinada, el nacional catolicismo se escuda en su labor social… pagada con nuestro dinero o de la que se aprovechan para hacer negocio:

-Los hospitales y colegios PRIVADOS de la Iglesia no ahorran dinero al Estado. Son el negocio del siglo. Se supone que les tenemos que dar las gracias por hacerlos ricos cuando las administraciones autonómicas desvían pacientes a los hospitales privados y les pagan la factura o alumnos a los colegios concertados. Cada día de convalecencia en una habitación de un hospital gestionado por la Iglesia nos cuesta una fortuna, igual que cada silla ocupada por alumnos de colegios concertados.

- Los orfanatos tendrían que dejar de ser propiedad de la iglesia -pagados con fondos públicos en su mantenimiento- y que pasen a ser gestionados por el estado: además de evitar que los niños sufran abusos físicos y se les adoctrine desde pequeños por obligación en un determinado credo religioso, los trabajadores de los orfanatos -se crea empleo- tendrían la formación que se necesita -profesional y académica, no en supercherías religiosas y hechizos en forma de oración- para educar a esos niños: es lamentable que quienes los estén criando no sepan ninguno de ellos (en teoría) siquiera lo que es tener un hijo.

- Los albergues de caridad y cocinas económicas deberían ser sustituidos por un sistema que emplee ese dinero malgastado en perpetuar la situación de esas personas y su necesidad de caridad en otro que procure y se ocupe de que las personas que acuden a él no sufran esa dependencia y puedan valerse de nuevo por sí mismos en la sociedad y encontrar un empleo. Eso se consigue sustituyendo curas y monjas por trabajadores sociales cualificados, que por desgracia, hay bastantes en paro. Y no niegan dicha caridad a quienes les apetece, como sí hace Caritas y la Iglesia católica.